AO 4 ha sido concebido por el ganador del I Premio Bienal de Arte Monumental de la Fundación Otazu, el chileno Alfredo Jaar.
Su obra ganadora, El color de nuestras vidas (2015), consiste en cuatro cubos de agua, cristal, sonido y luz mágicamente sorprendidos en pleno diálogo entre un palomar del siglo XIV y una iglesia románica del XII. Para esta etiqueta, el artista ha creado una imagen minimalista, pero de gran profundidad: una gota de vino que parece suspendida momentáneamente en el aire, como un sol que irradia luz.